domingo, 19 de noviembre de 2023

La princesa de Alboran - Prologo

Dicen que empezar en una nueva ciudad es una aventura, como un reto. Yo pienso que es una pesadilla. Estar en un lugar, sin tu familia, sin tu novio, sin tus perros. En una Comunidad donde no conoces a nadie y sin saber en quien confiar, es aterrador para una chica tímida como yo.
Por un lado, necesito vivir aquí para avanzar en mi vida. Tanto personalmente como profesionalmente. Necesito un trabajo que me llene. Que se corresponda con mis estudios.  Estoy harta de trabajar de cajera en supermercados y de grabadora de datos. Personalmente hablando, salir del nido de mama hace que crezca como persona,  que no dependa de ella para determinadas cosas como comer.
Por eso he cogido el primer trabajo que he encontrado en una ciudad española y he venido una semana antes para saber donde voy a vivir y la distancia que tendré que recorrer para asistir al trabajo.
Mi madre cree que estoy aquí por él. Saber que piensa eso me incomoda porque yo sólo quiero progresar en mi vida. Y no, no estoy en Málaga para conocer a Pablo Alborán. Además, ni siquiera estoy en su ciudad, simplemente, estoy a una hora de allí. Y, ni siquiera se me ha pasado por la cabeza la idea de darme un paseo por las calles donde podría estar habitando el ángel rubio de los sueños de muchas chicas. 
Así que, mi idea al venir aquí, básicamente, es progresar en mi vida, olvidarme de los ecos del pasado y separarme de mi pareja y su familia, una gente tóxica que me ancla en mis problemas y no me deja perseguir mis sueños. 

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